Ahora escucho y no comprendo
el sonido tranquilo del aire
que despierta y abraza en el encuentro
de un ayer que espera en silencio
de una tarde que grita desnuda
cuando el cielo se esconde muy lento
es difícil seguir mi sendero
ya la gente no entiende mi rumbo
y este rumbo no entiende a la gente
pues de lejos me miran extraño
y de cerca nadie me extiende su mano
por eso escucho y no lo comprendo
escucho a este viento que grita
que abraza y esconde su rostro
de la travesía de toda mi vida
que es andar descalzo y sin rumbo
sintiendo bofetadas del aire
que viene, golpea y se esconde.
Ahora escucho y no lo comprendo
sigo firme, débil y aún lucho
contra todo o contra nada
contra todos o contra nadie
contra el cuerpo y los deseos
contra mí y contra el tiempo,
que me sigue y me atormenta
que me grita y me golpea
que me hace sentir más débil que nunca
y me hace orar y esconderme
cuando el mundo más grita
y cuando otros se duermen.
Ahora escucho y no lo comprendo
pero esta lucha no cesa
ni tampoco cesa mi anhelo
de sentirme un poco distinto en el mundo
y tomar mi lápiz olvidando al olvido
y tomar mis sueños y soñar como niño.
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