Soy hombre, es decir, animal con palabras y exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas. Jorge Debravo.
viernes, 23 de mayo de 2014
SOY EDUCADOR...
Ya me cansé de que me llamen vago, de tener que estar dando explicaciones a tantas y tantas personas que creen que estamos en huelga por perder el tiempo y no ir al trabajo, ya me cansé de que me hagan malas caras y de pasar estresado 24 horas al día por no ver la luz pronto en medio de tanto problema que se da en el Ministerio de educación; ya me cansé de que me amenacen, de que los medios de comunicación digan noticias a medias, de que se burlen de los educadores que luchamos en las calles por aquello que legítamente nos corresponde, ya me cansé de ver cómo hay docentes con hambre y han tenido que mendigar para poder llevar alimento a sus hogares, ya me cansé de que la sociedad nos vea como bichos raros, como peleones, como mercenarios, como ladrones, como delincuentes vagabundos, ya me cansé de que las personas se quejen porque llegaron tarde al trabajo o a la universidad porque nosotros estábamos haciendo escuchar nuestra voz en las calles ya que la televisión y los periódicos solo dicen una versión de los hechos y lo hacen de manera incompleta, manipulada y terjiversada, ya me cansé de estar discutiendo en redes sociales con personas que se dejan manipular por información errónea donde nos ponen como si fuésemos unas bestias apocalípticas que han tomado las calles para chupar sangre y comer chiquitos, me cansé de que me llamen al patriotismo cuando lo que hago es vivir en este día a día lo que canto en el himno nacional: "cuando alguno pretenda tu gloria manchar, verás a tu pueblo valiente y viril"; me cansé de que las autoridades gubernamentales digan que han solucionado el problema cuando en realidad solo han dado pequeños pasos para paliar tan grave cáncer que está carcomiendo las bases de la educación costarricense, me cansé de no ser comprendido, de tener que gritar para hacer que mi voz se escuche más allá de las paredes de mi casa, me cansé de que digan que he perdido el tiempo valioso de mis estudiantes cuando lo que estoy haciendo es enseñarlos a luchar por sus derechos y por su dignidad, me cansé de que se ponga en tela de duda mi vocación, mi amor por la enseñanza, mi profesionalismo y la calidad de mi trabajo, me cansé de ser una marioneta en manos de algunos políticos que a pesar de haberse ido han dejado su veneno en las entrañas de este país que amo con todas mis fuerzas, me cansé de declaraciones fueras de tono, equívocas, alucinadas e irreverentes de muchos que han olvidado que la educación es el pilar de la sociedad en todo el mundo, me cansé de estresarme y de tener migrañas por pensar en mil maneras para que la educación costarricense sea mejor cada día aunque no parezca importarle a tantas y tantas personas; pero, a pesar de todo, sigo en pie, firme, aunque mis piernas tiemblen, aunque mi corazón flaquee, aunque el mundo entero se me caiga encima, y sigo firme porque amo lo que hago, porque quiero una Costa Rica mejor para nuestros hijos, para nuestros estudiantes, para nuestras familias, quiero que de verdad la educación costarricense sea integral y de calidad en todas las áreas y etapas. Quiero y deseo desde lo más profundo de mi alma que el problema se solucione, quiero volver feliz al aula, con la frente en alto y hacer que mejor hago: educar y formar personas. Soy educador, mi arma es mi palabra y mi motor son mis sueños. ¡Vivan siempre el trabajo y la paz".
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