Recuerdo como si fuera ayer el día en que nació Käel, el hombrecito que se adueñó de mi corazón, incluso antes de nacer, era sábado por la tarde.
Han sido casi 7 años de aprendizajes en esta vocación de ser papá, una bendición, un reto, una escuela. Definitivamente un don inmerecido que ha sido lo mejor de mi vida. Recordar sus manitas pequeñas, su piel delicada, sus ojitos llenos de asombro ante todo este mundo...
Hoy, junto a mi hijo, celebro el día del padre y desde luego que doy gracias a Dios por el mío, un hombre ejemplar, bueno, amoroso, hombre que a pesar de mis casi 31 años me abraza y me besa como si aún fuera su niñito, hombre que me ha dado cátedra de cómo ser un buen hombre y cómo ser el mejor papá del mundo.
Tengo el mejor ejemplo en mi vida y en mi corazón, trato de ser el mejor para mi enano, quiero que él vea en mí lo que yo he visto en mi papá: un hombre de corazón puro y lleno de amor.
Gracias papi por ser como eres y gracias Käel porque por ti soy papá, el papá más feliz que ha existido en la historia...
A todos mis amigos y familiares que son papás, les deseo lo mejor en este día, y los invito a luchar por ser los mejores papás cada día por el resto de sus vidas. Un gran abrazo.
Soy hombre, es decir, animal con palabras y exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas. Jorge Debravo.
domingo, 16 de junio de 2013
En este día del padre...
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